sábado, 21 de septiembre de 2019

Grandes voces de la lírica: Hernán Pelayo


Amigas y amigos: Una de las grandes voces de la lírica mundial y del canto chileno es Hernán Pelayo, otras de las figuras de la música docta que ha llevado el nombre de Chile en el mundo. Hernán Pelayo nace en Santiago de Chile, el 19 de febrero de 1918. Estudió en el Instituto Inglés y a los catorce años ingresó al Conservatorio Nacional de Música, prosiguiendo al mismo tiempo sus estudios humanísticos. Después de estudiar canto durante siete años, debutó en Santiago, en el Salón de Actos de la Universidad de Chile, con motivo de un Festival de Honor al que asistió el Presidente de la República, Cuerpo Diplomático y otras autoridades.

Se inició profesionalmente en la radio, donde ganó un concurso que le permitió seguir contratado en dicha emisora para cantar durante tres meses más. Poco después le contrató una compañía de espectáculos musicales que lo anunciaba como "la joven revelación chilena". Posteriormente realizó una gira cantando en varias emisoras de radio. Siguieron nuevas actuaciones en concierto por el interior del país, pero sus ansias por superarse lo llevaron fuera de Chile; primero al Perú y después a Ecuador, Colombia, Panamá, Guatemala, El Salvador, la República Dominicana y Argentina. A finales de 1951, se trasladó a Ciudad de México, donde obtuvo contratos para una emisora de televisión y para una compañía de operetas. También formó parte de la compañía de zarzuela que tenían en la capital mexicana Pepita Embil y Plácido Domingo.

En 1952 viajó a Cuba, donde conoció al compositor Ernesto Lecuona que le obsequió y dedicó su canción inédita, con texto de José Martí, Una Rosa Blanca, que incluyó desde entonces en todas sus actuaciones. Intervino en varios programas de televisión y se contrató en las compañías de ópera y zarzuela de los Teatros Nacional y Martí de La Habana, grabando además varios discos de larga duración. En 1953 viajó a Nueva York, invitado por Ernesto Lecuona, y donde grabó un disco con canciones sudamericanas.

En octubre de 1956 regresó a Chile, contratado para actuar en el Salón Goyescas y en Radio Minería. Participó, además, en un concierto en el Teatro Municipal en honor al tenor Ramón Vinay.

De Santiago de Chile voló a Dallas para otros conciertos y, el 28 de septiembre de 1957, se produjo su exitoso debut en el Town Hall de Nueva York. En octubre y noviembre de ese mismo año cantó CARMEN para la Ópera de Nueva York, representando también La Vida Breve al lado de Consuelo Rubio y la dirección de José Iturbi. La obra se dio en programa doble junto con El Amor Brujo, también dirigido por Iturbi.

En abril de 1958 regresó a Chile, para dar varios recitales en el Teatro Victoria de Santiago y en Viña del Mar. En agosto de 1958 participó en la temporada lírica nacional cantando Rigoletto y Pagliaci. Al término de la temporada dio un recital de despedida en el que participaron otros cantantes chilenos y donde cantó el Ay, Ay, Ay y la "Canción del torero" de Carmen. Durante su permanencia en Chile grabó, por la RCA - Víctor, el Himno Nacional y un grupo de canciones tradicionales chilenas, junto a la Orquesta Filarmónica de Santiago. También filmó un documental en el que cantaba el Himno Nacional de Chile con la idea de que fuese exhibido en las salas de cine para el Día de la Patria.

En 1958 regresó a Nueva York, donde grabó su mejor disco de larga duración: un recital de romanzas de zarzuelas para el sello RCA, bajo la dirección de Terig Tucci. Se radicó en Los Angeles (California), donde fundó un grupo artístico que llamó "Los Angeles Metropolitan Opera Company" y con esa organización debutó el 20 de septiembre de 1972 como "Fígaro" en El Bárbero de Sevilla. En San Francisco cantó por vez primera el rol de "Scarpia" en Tosca.

Regresó por última vez a Chile en octubre de 1975, presentándose en la temporada de ópera internacional del Teatro Municipal de Santiago, como "Giorgio Germont" en La Traviata.

En julio de 1980 dio varios recitales en Hong Kong y Taipei (Taiwán). De regreso a los Estados Unidos cantó en Sacramento y en el Lincoln Center de Nueva York. En 1982 realizó una segunda gira al lejano oriente, dando otra vez conciertos en Hong Kong y Taipei. En Marzo de 1990 visitó Rusia y cantó en el Festival de Estonia.

Durante varios años dio conciertos en diversas ciudades norteamericanas, participó en espectáculos de la televisión estadounidense y se presentó por primera vez en Las Vegas. En octubre de 1994 dio un recital en el Carnegie Hall de Nueva York, una de sus últimas actuaciones personales.

Además del canto, ha demostrado un gran interés por la cultura oriental. Después de un viaje a la India se convirtió en maestro de las técnicas de yoga y se le concedió el raro privilegio de visitar el monasterio del Himalaya. Obtuvo un doctorado en Música, Filosofía, Teología y Teosofía, y también un Master en Psicología.

Posteriormente pasó a residir en Hollywood, donde abrió una academia de canto y donde actúa, junto a sus alumnos, en un programa de canciones, arias de ópera y zarzuela, en Los Ángeles.

Fallece en Madrid, España, el 21 de Septiembre de 2018 a la edad de 100 años. 

Recordemos la voz del barítono Hernán Pelayo con la Canción del Sembrador, Canción Húngara, Te quiero, Bridis y la Romanza de Rafael. Espero que les guste y que lo disfruten.